sábado, 30 de abril de 2016

Sexto aniversario de Caverna de rol

Tal día como hoy en el cada vez más lejano 2010, nacía este pequeño rincón dedicado a los juegos de rol. Tras seis intensos años de entradas de todo tipo, aquí sigo tratando de aportar algo de provecho a vuestras sesiones de juego, y aquí sigo contando mis batallas y partidas con incunables de todo tipo.

Hoy no quería dejar pasar la ocasión para agradecer la mucha o poca atención que este blog ha conseguido captar a lo largo de su más que considerable longevidad. Recuerdo todavía con alegría el primer comentario que recibí. Ciertamente, supuso una inyección de adrenalina que me empujó a seguir escribiendo de mis divagaciones sobre rol y mis experiencias más agradables con este pasatiempo. Cada vez que echo la vista atrás, veo lo que ha progresado el blog, tanto en maquetación de entradas como en la riqueza de los contenidos. Ni por asomo imaginé aquella tarde de abril que este pasatiempo para no aburrirme en las dos horas de comida del trabajo llegase a tanto.

Abordo ahora un tema delicado que habré tratado una y mil veces en el blog: a dónde se dirige todo esto. Ya me conocéis. No soy un sesudo teórico del rol, ni un experto en sistemas de juego. Me dedico a otra cosa, y me divierto con ello. Encuentro reconfortante hacer aventuras para dar rienda suelta a mi vocación frustrada (por el momento) de escritor, y disfruto todavía más cuando recibo un comentario de alguien que se ha divertido con una aventura escrita por mí. Sin embargo, cuando más disfruto es en una mesa de juego,ya sea dirigiendo, o como jugador. El blog, en cierta medida, permite compensar esa falta crónica de partidas presenciales. 

No pretendo extenderme mucho más. Caverna de rol sigue.he logrado a lo largo de los últimos meses establecer un ritmo adecuado de publicación (una vez por semana, siempre en jueves) que no me crea demasiados esfuerzos ni contratiempos. En otra época, con tantos temas que abordar y con tan poco bagaje a mis espaldas y las del blog, era impensable no publicar dos o tres entradas por semana. Si hubiera seguido así, posiblemente hoy no me estaríais leyendo. Espero, por el bien de ese escritor que tengo encerrado, que la caverna siga ensanchándose.   

jueves, 28 de abril de 2016

Los trofeos de Play Station

Para aquellos de vosotros que habéis vivido la llegada y auge de las grandes consolas, aquellas que siguieron a esa generación formada por Súper Nintendo, Nintendo 64 o Mega Drive, esta entrada os puede traer algo de nostalgia, a una época en la que no había trofeos en los videojuegos.

Vaya cacharro...
Hace no tanto, nuestras consolas no necesitaban conectarse a Internet para poder disfrutar de sus juegos. Consolas como psone o ps2 eran totalmente funcionales sin conectarse a la red. Incluso, muchos juegos de ps3 son válidos offline. Sin embargo, ps4 prácticamente inutiliza muchos juegos sin Internet. Por ejemplo, y sin ir más lejos, el nba2k16, que es la última entrega de mi juego deportivo favorito, no vale una castaña sin las compras (no necesariamente de dinero real) on line. Una pena, pero es lo que tenemos porque la industria del videojuego hace su agosto con los extras.

No es un pantallazo del nba2k16 pero la idea es la misma
Aquellos viejos tiempos eran muy distintos: sin DLC ni actualizaciones, un juego se exprimía lo que el usuario quisiese, siempre dentro de los límites propios del desarrollo del mismo. En algunos casos, aquello no daba más de sí (y ni falta que hacía) pero en otros casos (como mi adorado FF7) todo se hacía poco. El mucho o poco provecho que se podía sacar a un juego tenía un límite finito y, más allá de la satisfacción personal que te podía producir lograr según qué cosas, lo principal era pasárselo sin más. A un lado quedaban aquellos juegos que no se "podían pasar", tipo FIFA o similares, aunque sí podías tratar de ganar todos los partidos.

jueves, 21 de abril de 2016

Sé lo que hiciste aquel verano

Esta entrada es algo especial. No es una batallita, al menos en sentido estricto, ni recomendaciones para el Máster, ni ruegos a los jugadores para que respeten al Máster. Se trata una entrada que quiere que cada uno eche la vista atrás. 

Mi llegada al mundo del rol fue "a instancia de parte". Yo no conocía mucho de este mundo cuando en mi grupo de amigos hizo aparición el libro básico de MERP, el de la tapa negra, el que había abandonado términos como "sortilegios" e ilustraba a los hobbit contra los Nazgul en Amon Sûl.


La verdad es que aquel libro desapareció y más tarde me regalaron uno, que quiero pensar que no era aquel primer básico... La cuestión es que nadie preguntó de dónde había salido aquel ejemplar que nos empujó al verano más intenso que se puede tener sobre rol: partidas diarias de al menos dos horas, y partidas de cinco o seis horas en viernes y sábado.

jueves, 14 de abril de 2016

La Corbeta diamante, aventura para La Era de la Rebelión

Hoy llega la cuarta aventura que creo para La Era de la Rebelión. El juego, con una temática tan cercana a nuestro amado Star Wars d6,  tiene un buen caladero en las aventuras que creé para el incunable de West End Games. 


La Corbeta diamante fue inicialmente una aventura para Star Wars d6. Publicada en junio de 2011,  pone a los PJ en el foco de un ataque del Imperio. Deberán solventar distintos problemas si quieren salir airosos.

jueves, 7 de abril de 2016

El season pass de Star Wars Battlefront

!Ay, los season pass! Qué gran sacacuartos que se han inventado los diseñadores de videojuegos. Sabéis que no soy muy amigo de ellos, pero que caí en las garras de este invento del demonio en AC Black Flag y en AC Syndicate. Hoy os planteo un caso que me ha molestado profundamente: el Season pass de Star Wars Battlefront.


Pongámonos en antecedentes. Este juego empezó, como todos los de PS4, con un precio de unos 70€. Una pasada, sin lugar a dudas, pero que se ha ido atenuando algo. Yo mismo lo compré por unos 50€, un precio "noble" para tiempos más civilizados, parafraseando a Obi-Wan, y no estos tenebrosos de los DLC. Bueno, muy noble, no, pero ya me entendéis...